Calgary ’88 – Antònia Font

Difícil, muy difícil, escribir sobre esta canción. No, España no ganó una medalla de oro de patinaje artístico en las olimpiadas de invierno de Calgary. No, un juez de pista no casó a unos patinadores tras ganar la medalla de oro en la final. ¿Qué más da? Es lo de menos. Las imágenes que evoca «Calgary ´88» de Antònia Font son tan intensas y de tal riqueza que es como si las hubieras visto por la tele cientos de veces, prometo que el momento en el que la pareja simula discutir en medio del número lo tengo guardado en mi memoria a todo color y juraría que no he visto esa escena nunca.

A mí me ha enganchado completamente (sí Pedrito, sí, lo sé, soy un pesado cuando me da por algo) y no he podido dejar de escucharla al menos una vez al día desde hace un par de meses. Desde ya digo que está será mi canción nacional del año 2011, muy díficil va a ser que haya otra que le arrebate el podio.

Antónia Font son una anomalía en el panorama de la musica pop española, hacen un «pop inteligente» cantado en Catalán / Mallorquín (que no se me moleste nadie) con una temática curiosa (muy cercana a la de mi admirado Antonio Galvañ (Parade)  repleta de referencias a robots, la astronomía, las cosas cotidianas, pero con un toque muy «mediterráneo». Empecé a prestarles atención cuando editaron su tercer disco «Alegría» con una canción que me pareció increíble Dins Aquest Iglú y desde entonces no he dejado de seguirles hasta hoy. En este año 2011 editaron su séptimo álbum «Lamparetes» en el que está incluido este «Calgary ’88» que se ha colado en mi vida para siempre. Mientras escribo esta entrada vuelve a sonar y el vello de mi piel se eriza de nuevo y van más de cien veces en los últimos dos meses.

Dos curiosidades que la hacen aún más grande:

  1. La canción con la que ejecuta su número la pareja de patinadores es «Atlantis is Calling (S.O.S. for love)» de Modern Talking probablemente el grupo que más odié en los 80 y que, para mí, grabó la misma canción 500 veces con distintas letras ;–)).
  2. Esta canción ha conseguido que mis dos enanos escuchen y canten una canción, a petición propia,  en catalán todas las mañanas en el camino al cole, lo que demuestra, una vez más, que el lenguaje de la música es completamente universal y que los prejuicios sólo son eso, prejuicios.

Disfruten señoras y señores y a por la medalla de oro.

 

Calgary 88 – Antònia Font (letra en castellano)

Clasificados para la final de patinaje artístico,

no todo era físico ni mental, también era sentimental,

tú y yo salíamos juntos y representábamos a España
en la olimpiada de invierno de Canadá.
Antes de salir tú dijiste
-¿Te casarías conmigo?- y contesté
– Hoy nos casamos si ganamos la medalla de oro.

En sincronía y a máxima velocidad,
vas al aire con una fuerza increíble
y a punto de caer, te cojo,
te haces la muerta, y yo voy alerta, trazamos una curva abierta,
cojo energía y te levanto con una sola mano.
haces una pirueta de bailarina sobre la punta de los patines,
suena un redoble de batería y fingimos discutir,
el el jurado se cruzan miradas, creo que les ha gustado,
hacemos una composición de estatua final mirando al techo, riendo y resollando.Bailamos esta melodía moderna
en una pista de hielo de Calgary 88,
ya suena la canción por megafonía
«Atlantis is Calling (S.O.S. for love)».

Los locutores repasan que Rusia sacó un 9,5,
los favoritos eran suecos y tenían justo un 9’75,
levantan sus tablas y todos nos ponen un 10,
vienes hacia mí, me abrazas y lloras, y me pisas un pie,
le pedimos a un juez de pista si nos quiere casar él,
es en directo, y lo televisan en los cinco continentes,
encima del podio, con la medalla, nos damos la mano,
escuchan por los micros así como nos casan
y dentro de la tele tú y yo nos besamos.

Bailamos esta melodía moderna
en una pista de hielo de Calgary 88,
ya suena la canción por megafonía
«Atlantis is Calling (S.O.S. for love).*

*una canción del grupo Modern Talking

 

Calgary 88 – Antònia Font letra original (catalán/Mallorquín)

Classificats per a sa final de patinatge artístic,
no tot era físic ni mental, també era sentimental,
tu i jo festejàvem i representàvem Espanya
a s’olimpíada d’hivern del Canadà.
Abans de sortir tu vares dir
-Te casaries amb jo?- I vaig contestar
-Avui, mos casam, si guanyam sa medalla d’or.

En sincronia i a màxima velocitat,
te vas a l’aire amb una força increïble
i, a punt de caure, t’agaf,
te fas sa morta i jo vaig alerta, feim una corba oberta,
agaf energia i t’aixec només amb una mà.
Fas una gràcia de ballarina a sa punta des patins,
sona un redoble de bateria i feim com que discutir,
en es jurat se creuen mirades, crec que els ha agradat,
feim una hechura d’estàtua final mirant es sòtil rient i alenant.

Ballam aquesta melodia moderna a una pista de gel de Calgary 88,
ja sona sa cançó per megafonia «Atlantis is Calling (S.O.S. for love).

Es locutors repassen que Rússia va treure un 9’5,
es favorits eren suecs i tenien just un 9’75,
aixequen ses taules i tots mos posen un 10,
véns cap a jo, m’abraces i plores, i me trepitges un peu,
li demanam a un jutge de pista si mos vol casar ell,
és en directe i ho televisen a tots es cinc continents,
damunt es pòdium amb sa medalla mos dóna’m sa m?,
senten pes micros així com mos casen
i dins sa tele tu i jo mos besam.

Ballam aquesta melodia moderna a una pista de gel de Calgary 88,
ja sona sa cançó per megafonia «Atlantis is Calling (S.O.S. for love).

Actualizado con el tremendo vídeo que han hecho para la canción con La Bien Querida y La Estrella de David, el 13 de Febrero de 2012

La letra original y su traducción la obtuve de aquí

 

Alguien que escribe mucho mejor que yo lo contó de manera muy bonita aquí

 

 

 

 

 

Our Favourite Shop – The Style Council

Si tuviera que elegir cuales son mis veinte discos favoritos, sin

duda alguna, «Our Favourite Shop» de The Style Council, sería uno de ellos. Ya he comentado en alguna de las entradas anteriores que Paul Weller es uno de mis artistas favoritos, soy fan, sí, y también dije que este disco tendría su entrada para el solo. Con lo que está pasando en España, a pesar de que haya gente que no se quiera enterar, estos días, y mientras decidía (me decidí en medio de la escritura de esta entrada) el sentido de mi voto he encontrado el momento para hablar de «Our Favourite Shop«.

El contexto en el que se edita este disco, es el de un Reino Unido en plena era Thatcher, con una clase media/baja profundamente desencantada, ¿Os suena? Paul Weller siempre había estado muy implicado políticamente y en 1985, año de la edición de este disco, participó activamente, junto a otros artistas británicos (Billy Bragg, Lloyd Cole, Prefab Sprout, Jerry Dammers,…), en Red Wedge, un colectivo que pidió el voto activamente para el partido laborista. No consiguieron su objetivo y Margareth Thatcher fue reelegida para un tercer mandato, pero bien sea por esas ganas de cambiar el rumbo de su país, bien sea porque Paul Weller estaba en su mejor momento, Our Favourite Shop es para mí el mejor disco de Mr. Weller.

Su arranque con «Homebreakers»

All the love and the strength has been taken by this Government,
You see they, tell you to move around –
If you can’t find work in your own town.

la bossa nova de «All Gone Away»

Come take a walk upon these hills
And see how monetarism kills –
Whole communities –
Even families –
There’s nothing left so – They’ve all gone away.

el pop de «Come to Milton Keynes» llamando a la unión para rebelarse

Let us share our insanity
Go mad together in community

el himno «Internationalists», más vigente hoy que nunca

For under this system there is no such thing
As the Democracy our leaders would have us sing
No time for lies now as only truth must persist
Rise up now and declare yourself – an internationalist!

Weller cantando como nunca en «A Stones Throw Away»

Whenever honesty persists – you’ll hear the snap of broken ribs,
Of anyone who’ll take no more – of the lying bastards roar –
In Chile – In Poland,
Johannesburg – South Yorkshire,
A stones throw away: Now we’re there.

mi favorita del disco, «Boy Who Cried Wolf», una de las pocas sin mensaje político y triste como ella sola.

And now the night falls down, upon my selfish soul
I sit alone and wonder – where did I go wrong?

el homenaje de Weller, «A Man of Great Promise», al amigo y político honrado que acabó con su vida.

But you were always chained and shackled by the dirt –
Of every small town institution and every big town flirt

And I think of what you might have been,
a man of such great promise
Oh but, you seem to forget the dream –
And the more you saw you hated

la reivindicación es estado puro de «The Lodgers (or She Was Only a Shopkeeper’s Daughter)»

With an old school tie and a reference
You can cover up crimes in their defence
It’s all thrown in and the lies come free
And you can be all that they want you to be

la tremendamente dura, «With Everything to Lose» envuelta en una dulce melodía pero con un mensaje inequívoco

From the playground to the wasteground
Hope ends at 17 –

el hit con mensaje «Shout To The Top»

When you’re knocked on your back – an’ your life’s a flop
and when you’re down on the bottom there’s nothing else
but to shout to the top – shout!

y la llamada a la rebeldía en «Walls Come Tumbling Down»

You don’t have to take this crap
You don’t have to sit back and relax
You can actually try changing it

Esta última es la que ha venido a mi cabeza estos días y la que me ha hecho recordar este pedazo de disco, el mensaje es perfectamente válido. Hoy más que nunca.

No tienes que quedarte con esta mierda

No tienes que quedarte sentado y relajado

Realmente puedes intentar cambiarlo.

Podéis escuchar «Our Favourite Shop» aquí

Pocket Calculator – Kraftwerk

Sí, soy informático, de vocación, de formación, y de profesión; pero algunos días me arrepiento de ello. Los que me conocen ya han oído aquello de montar una churrería en un pueblo perdido de la costa australiana y es que aunque imagino que en todas las profesiones «cuecen habas» esta, y en especial cuando se trata de dar soporte, es profundamente desagradecida. Si todo funciona, incluso mejor de que lo que haría falta realmente, nadie será cuenta, pero eso sí, el día que falla algo, arde Troya. En fin, es lo que hay, siempre nos quedará la churrería en Australia.

Estaba yo en estas que veis, cuando me puse a pensar como había llegado esta vocación por la informática y siempre que hago eso recuerdo los primeros Sinclair ZX (el ZX 81 y el ZX Spectrum) y los posteriores Amstrad como motores de esa vocación, pero esta vez he pensado en la banda sonora, tenía que haber alguna canción, era imposible que no fuera así. De repente, desde el fondo de la memoria, el recuerdo ha vuelto, sí claro que sí!, también hubo una canción en aquel «despertar», esa canción no es otra que «Pocket Calculator» de Kraftwerk. Corría el año 1981 y Kraftwerk acaban de lanzar su Computer World un álbum cuya temática hablaba de las relaciones amorosas a través de ordenadores , hace 30 años!!!, y que incluía este curioso tema «Pocket Calculator» que me enganchó desde que la oí la primera vez en una emisora mítica de la época (Radio La Voz De La Experiencia de la Cadena de W.C.) que a parte de programas bastante surrealistas también emitía música bastante «decente».

Los Kraftwerk son un grupo alemán que lleva mas de 40 años activos y que son todo un referente en cuanto a música electrónica, en realidad se podría decir que son los padres de la música electrónica y no exageraría nada. Ellos también son culpables de mi pasión/vocación por la informática y también, quien sabe, de una pequeña churrería que abrirán aquí en los próximos años.

I’m the operator with my pocket calculator
I’m the operator with my pocket calculator
I am adding and subtracting
I’m controlling and composing
I’m the operator with my pocket calculator
I’m the operator with my pocket calculator

I am adding and subtracting
I’m controlling and composing
By pressing down a special key, it plays a little melody
By pressing down a special key, it plays a little melody

I’m the operator with my pocket calculator
I’m the operator with my pocket calculator

Love Will Tear Us Apart – Joy Division

Sabiendo como acabó Ian Curtis, suicidándose, y sabiendo que uno de los posibles motivos de ese suicidio fue su repentino divorcio, está canción, que es probablemente una de las canciones más tristes y a la vez más bellas que he escuchado en mi vida, es un caramelo amargo y envenenado envuelto en un precioso papel de fuertes colores.

Joy Division es todavía hoy un grupo de culto, treinta años después de su disolución, tras la muerte de Ian, y aunque su legado se limita a un puñado de canciones, no recuerdo que haya pasado ni un sólo año, desde que yo les conocí, que por una causa u otra no se hable de ellos, ayuda a esto y mucho, por supuesto, que los tres miembros restantes de Joy Division formaran New Order, el grupo de música electrónica del que  bebieron desde Depeche Mode a Pet Shop Boys, pasando por mis adorados Family.

¿Como llegué yo a este Love Will Tear Us Apart? Pues de rebote, para variar. Corría el año 1984 y yo acostumbraba a visitar a una de mis abuelas, que por aquella época vivía sola,  al menos una vez al mes. Adoraba a aquella mujer que había ido siempre contracorriente en épocas mucho más difíciles que las que nos ha tocado vivir a los de mi generación y ella adoraba a su único nieto, yo. Ella sabía de mi pasión por la música y de aquellas visitas siempre salía con un billete de mil pesetas en el bolsillo que yo empleaba indefectiblemente en comprar un disco de vinilo. En aquella fría tarde del invierno de 1984 recorrí la calle Bravo Murillo entera hasta una pequeña tienda de discos que se llamaba FM y que estaba muy cerca ya de la Plaza de Castilla, iba buscando el disco de un cantante que me tenía enganchado por un video que no hacían más que repetir en televisión, ese cantante era Paul Young y la canción, una versión de un clásico de Marvin Gaye, Wherever I Lay My Hat (That’s My Home). Aquel disco se llamaba «No Parlez» y entre sus cortes, escondida, una versión de «Love Will Tear Us Apart» que enseguida llamó mi atención y que me hizo buscar el original de los Joy Division, la versión no estaba mal, pero el original… uff!! aquello era mucho… Años después pensé que el hecho de que de una manera o de otra hubiera sido mi abuela la que me llevará hasta aquella canción tenía todo el sentido del mundo y encajaba perfectamente en el puzzle, sí, tenía que ser así. El amor nos destrozará

Love Will Tear Us Apart

When the routine bites hard
And ambitions are low
And the resentment rides high
But emotions wont grow
And were changing our ways,
Taking different roads
Then love, love will tear us apart again

Why is the bedroom so cold

Turned away on your side?
Is my timing that flawed,
Our respect run so dry?
Yet theres still this appeal
That weve kept
through our lives
Love, love will tear us apart again

Do you cry out in your sleep
All my failings expose?
Get a taste in my mouth
As desperation takes hold
Is it something so good
Just cant function no more?
When love,
love will tear us apart again

La versión original de Joy Division la podeis escuchar aquí

La versión de Paul Young aquí

Y si lo que queréis es una traducción para entender perfectamente la letra aquí

I Never Play Basketball Now – Prefab Sprout

20110326-123035.jpg

Desde aquello lejanos días del año 1985 en que empece a escuchar a Prefab Sprout y su «Steve McQueen» («Two Wheels Good» en USA), lo que me obligó a volver la vista atrás y recuperar su disco del año 1984 disco «Swoon», no han desaparecido de la banda sonora de mi vida nunca, y cuando digo nunca quiero decir nunca. Cómo ya conté por aquí, Prefab Sprout es uno de mis grupos favoritos.

En aquel primer disco, sobre todo después de haber escuchado la producción que hizo Thomas Dolby para «Steve McQueen», echabas en falta algo, al menos en la primeras reproducciones, pero el genio de Paddy McAloon ya estaba allí y «Swoon» es otra obra maestra de su discografía.

En 1985 yo aún jugaba al baloncesto, pero ya sabía que en algún momento dejaría de hacerlo, uno de los primeros golpes de realidad de un chaval de 16 años, y también sabía que lo echaría de menos, y como dice Paddy en la letra de la canción que es el «soplo» de hoy, se uniría a una lista de cosas que no volverían o peor aún, que no pasarían nunca. Eso es nostalgia por anticipado, pero estaba claro, y hoy ya no juego al baloncesto y «I Never Play Basketball Now» se ha hecho realidad.

La música y la vida, la vida y la música, siempre es así.

I Never Play Basketball Now

I’m not looking to disturb you,
just a little to unnerve you,
I have no thing about games and always looking back.

After that last, unholy row
I never, ever play basketball now.
It joins a list of things I’ll miss,

like fencing foils and lovely girls I’ll never kiss.
Leave it behind on an overcrowded desk where the in-tray’s
higher than the out ever will be.
Before the tea rooms filled with flirting couples call.

Remember to call.

And flow, it skips like a river, and it rolls.
Flow, you’ll swear it’s a chapel – isn’t that so?

Think of all the things that grew here,
Long before we moved here.
All of it good and strong, and all of it gone.

After that last unholy row,
I never, ever play, basketball now.
It joins a list of things I’ll miss like fencing foils

And lovely girls I’ll never kiss.
You may say I’ve got plenty,
But no one knows how long things stay big, Roger D.

Podeís escuchar la canción aquí o aquí

Y si queréis saber más de Prefab Sprout el mejor sitio es este, para ellos el crédito de la letra y muchas de las cosas que sé de Prefab Sprout y Paddy McAloon.

El Aerolito Dylan – Parade

 

Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais… atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser.

Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.

Es hora de morir.

Con estas famosas frases del monólogo final de Roy Batty en  Blade Runner arranca «Metaluna» una de las canciones del primer disco de Parade y ya es toda una declaración de intenciones.

Parade o Antonio Galvañ, tanto monta monta tanto, es una de esas cosas raras en el panorama musical español, cinco espectaculares discos después y un precioso recopilatorio, con rarezas  y algunos de sus clásicos, sigue siendo un perfecto desconocido para el gran público, y como siempre digo, quizás sea mejor así.

Yo descubrí a Parade con su segundo disco, Consecuencias de un mal uso de la electricidad (2000) y aquella canción «Mi primer contacto» que me hubiera ido también 10 años antes  «Tengo 22 años y este es primer contacto…» y de ahí , como siempre, vuelta a atrás a recuperar su primer disco «Parade». Desde entonces nunca he dejado de seguir su carrera, coherente como pocas, tanto en Spicnic, el sello de Nacho Canut, como en mi adorado

Los Fantasmas del Paraiso

sello Jabalina con Tanis Abellán. Entre sus múltiples colaboraciones es imprescindible el EP de los Fantasmas del Paraíso con otro genio, Fernando Márquez «El Zurdo», tiene un precioso homenaje a las Vainica Doble que es una de mis favoritas de siempre «La Bella Durmiente«. Su carrera esta repleta de grandes canciones, su universo particular, con constantes referencias a la astronomía, Tim Burton, Superman, los zombies, los cuentos clásicos.. no puede dejar indiferente a nadie, al menos en mi opinión, claro.

Un ejemplo claro de como es la imaginería de Parade es esta canción que se ha convertido en el «soplo» de hoy «El Aerolito Dylan«, una magnífica explicación de la catarsis que llevo a Bob Dylan a «abandonar» su guitarra acústica e introducir sonidos eléctricos en sus canciones y que le convirtieron en el mito que hoy conocemos.

Parade es único, yo lo sé, el seguro que también, ahora os toca a vosotros.

El Aerolito Dylan

Paseaba con Dylan

era el verano del 65

centelleaban las Perseidas

cuando se volvió y me dijo

“Mañana toco en Newport

y estoy un poco confundido,

tráeme mi guitarra

sigamos esos meteoritos”

Así que subimos

hasta lo alto de la colina

él tocaba con su acústica

“Song to Woody”, “Chimes of freedom”

Entonces, un hilo finísimo

le atravesó, encendido

la noche de San Lorenzo

marcó a Bobby su camino

“Judas”, le llamaron “Judas”

Pero solo yo sabía

que todo fue un aerolito

el aerolito Dylan

Al cabo de un rato

recuperó la consciencia

la guitarra estaba rota

me miró con suficiencia

“No la necesito –me dijo-

he tenido una idea

el mercurio ardiente

ya se como suena

mañana tocaré

con la guitarra eléctrica”

Y sólo yo sabía

que fue el aerolito Dylan…

 

 

La copia de la  letra viene de  este pedazo de blog sobre Bob Dylan

 

Mi Vida Bajo el Agua – Christina Rosenvinge

CristinaLo mío con Christina viene de muy lejos, ella no lo sabe, mi chica tampoco (bueno, ya sí). Siempre fue un amor platónico, pero lo cierto es que no he dejado de seguir sus pasos nunca, desde aquel lejano 1987 cuando publicó su primer disco junto Alex de la Nuez como Alex y Christina, aquel álbum me hizo indagar en su historia y me permitió escuchar las canciones de su primer grupo, Ella y Los Neumáticos, de los primeros 80. De aquel primer disco probablemente la canción que más me gustaba era «10 Años Después«, podía ser mas ñoña, pero sería díficil, los 17 años son así y yo era capaz de escuchar a The Jesus & Mary Chain y justo después a Alex y Christina, eso es eclecticismo y lo demás tontería.
El caso es que después de la aventura ultra poppie de de Alex y Christina, la Rosenvinge anduvo un tiempo desaparecida y volvió algo más «dura» con Christina y Los Subterráneos, aquellos fraseos de «Voy en un coche» me recordaban, no se muy bien por qué, a algunas canciones de Lou Reed, sí, sí a Lou Reed, está claro que objetivo no soy. Recuerdo como si fuera ayer verla versionando el «Rockin’ In the Free World» de Neil Young en las fiestas de mi barrio, lo que demostraba que el endurecimiento de su sonido era un hecho. Después de tres discos de Christina y Los Subterráneos y de un par de discos «menores» a su nombre, desaparece cuatro años e inicia su etapa americana con tres pedazo de discos en inglés (salvo un par de canciones en castellano), Frozen pool (2001), Foreign land (2002), Continental 62 (2006). Nada ver con sus obras anteriores, ayudada por miembros de Sonic Youth, Lee Ranaldo y Steve Shelley, entrega una trilogía impecable. No vende un disco, (bueno, yo compré los tres), pero se gana el respeto de los críticos y de la nueva generación «indie». Acabada su aventura americana, y también su relación con Ray Loriga, Christina vuelve a España y publica su disco a medias con Nacho Vegas, del que ya hablé en «Me He Perdido» y el imprescindible «Tu Labio Superior», ya íntegramente en castellano y entre los mejores del año 2008 para la prensa especializada, en el número de dos de los discos nacionales para Rockdelux, y se convierte definitivamente en una artista respetada (signifique lo que signifique eso).
Y llegamos al motivo de esta entrada. Christina ha publicado en este 2011 un álbum, «La Joven Dolores», que sin duda estará de nuevo entre los mejor del año. Canciones como «Canción del Eco» (con Georgia Hubley de Yo La Tengo) , «Eva Enamorada» , o «La Idiota En Mi (Mayor)» (con Benjamin Biolay), aseguran que eso será así.
Pero para mí es «Mi Vida Bajo El Agua» la canción que se ha metido para siempre en mi cabeza, creo que esa manera de cantar arrastrando las palabras, o la clase que hay que tener para cantar «Te espero en la esquina, tomando café, ingle depilada, negro corsé» y no sonar ordinaria, han hecho que sea así.

Christina es tremenda, siempre lo ha sido.

Mi vida bajo el agua

Te espero en la esquina
tomando café
Ingle depilada
negro corsé
Fin del verano
no sé por qué
La brisa susurra
el que viene es
los antecesores
acabaron por ser
caprichos que el viento
volvió a deshacer
la-la-la-la-la-la-la
Son pequeños dolores
entre pálidas flores
hay puntas de alfiler

a uno le quise
él me quiso a mí
hicimos un niño
precioso rubí
enloquecí
por salvar ese amor
pero el barco hacia aguas
el barco se hundió
creí que moría
en la profundidad
Mas ¡oh, qué sorpresa!
aprendí a bucear
la-la-la-la-la-la-la
son pequeños dolores
entre pálidas flores
hay puntas de alfiler

En la metamorfosis
no sentí dolor
Me creció una cola
iridiscente color
ahora se mueren
por oírme cantar
pero al que yo espero
me hace esperar
la tarde ha caído
le veo llegar
pregunto distraída
¿ quieres ir a nadar?
la-la-la-la-la-la-la
Lo que el mar no desea
Lo escupe la marea
al atardecer
la-la-la-la-la-la-la
mi pequeña odisea
no tendrá quien la lea
qué se le va a hacer
la-la-la-la-la-la-la
son pequeños dolores
entre pálidas flores
hay puntas de alfiler
puntas de alfiler
puntas de alfiler


Escuchala aquí


Un Mundo Sereno – Julio Bustamante

  • La sonrisa de mi chica
  • Los abrazos de mis chicos
  • Compartir mesa y sobremesa (sí, con patxarán) con mis amigos.
  • El sonido de la red de una canasta en un tiro lejano acertado.
  • Aquella fuente en Cercedilla que en un Julio muy lejano calmó mi sed con agua fría.
  • Y..

Julio Bustamante cantando «Un Mundo Sereno». Felicidad en estado puro. Pocas canciones me han hecho sentir tan bien al escucharlas como está. Un tesoro, como el resto de las sensaciones provocadas por cada elemento de la lista.

Un Mundo Sereno – Julio Bustamante

Ven, sígueme:
te voy a llevar a un mundo
prodigioso,
confortable, de categoría.

Aunque tal vez hayas estado allí antes
te voy a llevar igual… te voy a llevar igual.

Tú calla, déjame
conducirte a los tiempos anteriores al gramófono y la radio
que ya están de nuevo aquí.

Solitario silencio,
mediodía desierto,
rumores próximos y lejanos a la vez.

Silbido complaciente del vecino,
ropa tendida que aletea al sol eterno,
sol eterno, sol eterno, sol eterno…

Aroma sonoro de alimentos,
paso leve de la muchacha, habla poco
en la cocina del universo flotante,
en la Calle del Ángel.
¡Qué poquitas cosas dice esta chiquilla, por favor!

Y ya estamos,
mejor dicho:
ya somos,
unidos en el mundo tranquilo
antes y después de la electricidad,
de la confusión.
Yo me voy al tiempo más allá de la televisión
y del motor
que aceleró a sus hijos hasta enloquecer, hasta enloquecer…

y les robó lo más sagrado:
las palabras sin prisas,
el silencio del árbol,
la gota en la fuente,
la gota en la fuente, esa gota en la fuente…

Donde las cosas hablan,
tiempo de sobra,
eco de pensamientos en la cabeza que deja de ser tuya
para ser la de cualquiera:
¡Eso es! ¡Por ahí vamos bien, por ahí vamos bien!

La mejor música es la que sale de instrumentos
hechos de bosque
donde no hay noticias de la mañana ni de la noche,
solamente mañana y noche:
el agua y el fuego,
la luna y el sol, la luna y el sol…

¡Cómo me gusta!, cómo me gusta
acariciarte por debajo de la ropa
cuando me llevas de paseo en bicicleta
y me preguntas si estoy loco, si estoy loco:
¡Por supuesto que sí, por supuesto que sí!
Estoy loco por ti…
¡y por tu amiga también!
¡Cómo iba a ser de otra manera en esta tierra de palmeras,
de jazmín y de azar, jazmín y de azar…!

Pero tú ven, tú sígueme:
te voy a llevar a un mundo
prodigioso,
confortable,
de categoría.

Aunque tal vez hayas estado allí antes
te voy a llevar igual… te voy a llevar igual.

Escúchala aquí en su versión original.

The Eton Riffles – The Jam

Inauguro sección de canciones «etílicas» con este pedazo de himno, «The Eton Rifles». Voy a contar la «batallita», que se que os gusta ;-)).

Corría el año 1985 y yo había llegado tarde, como siempre, a The Jam y a su gran «front man» Paul Weller. La vía de entrada había sido The Style Council, a su vez la vía de escape de Paul Weller en la búsqueda de su verdadera identidad musical: soul, funk y en general toda la música negra. El álbum «Our Favorite Shop»(1985) -uno de mis favoritos de siempre-. Aquel descubrimiento me había llevado a recopilar toda la información y la música que pude del gran Paul Weller y eso me llevó hasta The Jam, su primer grupo, el primer LP que cayó en mis manos, su doble recopilatorio «Snap!» en el todos sus grandes éxitos «In The City», «Town Called Malice», «Going Underground»… y por supuesto «The Eton Rifles». No se cuantas veces pude escuchar aquel disco entre 1985 y 1986, pero desde luego no fueron pocas y todas y cada una de aquellas canciones se quedaron grabadas en mi memoria hasta hoy.
Y aquí viene la historia de la canción. Entre los 12 y los 18 años pasé al menos un mes del verano en casa de mi gran amigo Pedro. En el verano del 86, a mi vuelta de Inglaterra, acudí a la cita anual. Una día cualquiera de Agosto en casa de Pedro organizamos una fiesta a la que acudió un compañero de clase de ambos , Alberto Manuel Zamora Benito ,aka «Bodoque»,  (si lees esto manda un mail ;–)) ) que en aquella época era Mod ( como todo buen Mod adoraba a The Jam).
Aquella fiesta empezó a las cuatro de la tarde y acabó con Alberto y yo (Pedro se entretuvo en otras cosas, pero eso que lo cuente él) metiendo la cabeza en un barreño de sangría en la casa de una chicas que no conocíamos de nada, la borrachera fue monumental, la sangría cayo sobre un colchón de cervezas y whiskys de garrafa, y eso, quieras que no, emborracha. En el camino de vuelta a casa de Pedro, Alberto y yo , mas solos que la una y mas borrachos que un piojo, entretuvimos los tres kilómetros de vuelta a casa cantando, voz en grito, y con el sol ya despuntando al amanecer, The Eton Rifles. Otro soplo en el corazón. Muy grandes, The Jam.

The Eton Rifles

Sup up your beer and collect your fags,
There’s a row going on down near Slough,
Get out your mat and pray to the West,
I’ll get out mine and pray for myself.
Thought you were smart when you took them on,
But you didn’t take a peep in their artillery room,
All that rugby puts hairs on your chest,
What chance have you got against a tie and a crest.
Hello-hurrah – what a nice day – for the Eton Rifles,
Hello-hurrah – I hope rain stops play – with the Eton Rifles.
Thought you were clever when you lift the fuse,
Tore down the house of commons in your brand new shoes,
Composed a revolutionary symphony,
Then went to bed with a charming young thing.
Hello-hurrah – cheers then mate – it’s the Eton Rifles,
Hello-hurrah – an extremist scrape – with the Eton Rifles.
What a catalyst you turned out to be,
Loaded the guns then you run off home for your tea,
Left me standing – like a guilty schoolboy.
We came out of it naturally the worst,
Beaten and bloody and I was sick down my shirt,
We were no match for their untamed wit,
Though some of the lads said they’ll be back next week.
Hello-hurrah – there’s a price to pay – to the Eton Rifles,
Hello-hurrah – I’d prefer the plague – to the Eton Rifles.
Hello-hurrah – there’s a price to pay – to the Eton Rifles,
Hello-hurrah – I’d prefer the plague – to the Eton Rifles.

Pincha Aquí para verles en directo
Pincha Aquí para escuchar la canción


My Girls – Animal Collective

Si hay una canción que me haya impactado, por lo original, por lo distinta y por tener la sensación de que en lo que llevamos de siglo XXI nadie ha encontrado un nuevo camino de expresión musical como Animal Collective esa canción es sin duda alguna «My Girls».
Un soplo en el corazón de los verdad, de los que en cuanto lo notas sabes que se quedara contigo para siempre.
Leí en algún sitio especializado que la canciones de Animal Collective eran como si dos grupos estuvieran tocando a la vez en la misma sala, y no siempre la misma canción. La definición podría ser buena para algunas de las canciones de sus primeros discos, pero con Merriweather Post Pavillion, el disco donde está «My Girls», los Animal Collective consiguieron que todas las piezas de un puzzle que pudo parecer irresolvible en sus anteriores discos encajaran a la perfeccion componiendo uno de los discos mas alucinantes del siglo XXI.
Únicos, así son ellos. Y venga lo que venga después esta canción quedará como una de las cotas de su creación musical.

My Girls – Animal Collective

There isn’t much that I feel I need
A solid soul and the blood I bleed
But with a little girl, and by my spouse,
I only want a proper house

I don’t care for fancy things
Or to take part in the freshest wave,
But to provide for mine who ask
I will, with heart, on my father’s grave

On my father’s grave

(On your father’s grave)

I don’t mean to seem like I
Care about material things,
Like a social status,
I just want
Four walls and adobe slats
For my girls

Podéis escucharla aquí