Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais… atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Es hora de morir.
Con estas famosas frases del monólogo final de Roy Batty en Blade Runner arranca «Metaluna» una de las canciones del primer disco de Parade y ya es toda una declaración de intenciones.
Parade o Antonio Galvañ, tanto monta monta tanto, es una de esas cosas raras en el panorama musical español, cinco espectaculares discos después y un precioso recopilatorio, con rarezas y algunos de sus clásicos, sigue siendo un perfecto desconocido para el gran público, y como siempre digo, quizás sea mejor así.
Yo descubrí a Parade con su segundo disco, Consecuencias de un mal uso de la electricidad (2000) y aquella canción «Mi primer contacto» que me hubiera ido también 10 años antes «Tengo 22 años y este es primer contacto…» y de ahí , como siempre, vuelta a atrás a recuperar su primer disco «Parade». Desde entonces nunca he dejado de seguir su carrera, coherente como pocas, tanto en Spicnic, el sello de Nacho Canut, como en mi adorado
sello Jabalina con Tanis Abellán. Entre sus múltiples colaboraciones es imprescindible el EP de los Fantasmas del Paraíso con otro genio, Fernando Márquez «El Zurdo», tiene un precioso homenaje a las Vainica Doble que es una de mis favoritas de siempre «La Bella Durmiente«. Su carrera esta repleta de grandes canciones, su universo particular, con constantes referencias a la astronomía, Tim Burton, Superman, los zombies, los cuentos clásicos.. no puede dejar indiferente a nadie, al menos en mi opinión, claro.
Un ejemplo claro de como es la imaginería de Parade es esta canción que se ha convertido en el «soplo» de hoy «El Aerolito Dylan«, una magnífica explicación de la catarsis que llevo a Bob Dylan a «abandonar» su guitarra acústica e introducir sonidos eléctricos en sus canciones y que le convirtieron en el mito que hoy conocemos.
Parade es único, yo lo sé, el seguro que también, ahora os toca a vosotros.
Paseaba con Dylan
era el verano del 65
centelleaban las Perseidas
cuando se volvió y me dijo
“Mañana toco en Newport
y estoy un poco confundido,
tráeme mi guitarra
sigamos esos meteoritos”
Así que subimos
hasta lo alto de la colina
él tocaba con su acústica
“Song to Woody”, “Chimes of freedom”
Entonces, un hilo finísimo
le atravesó, encendido
la noche de San Lorenzo
marcó a Bobby su camino
“Judas”, le llamaron “Judas”
Pero solo yo sabía
que todo fue un aerolito
el aerolito Dylan
Al cabo de un rato
recuperó la consciencia
la guitarra estaba rota
me miró con suficiencia
“No la necesito –me dijo-
he tenido una idea
el mercurio ardiente
ya se como suena
mañana tocaré
con la guitarra eléctrica”
Y sólo yo sabía
que fue el aerolito Dylan…
La copia de la letra viene de este pedazo de blog sobre Bob Dylan
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