Me enamoré de este disco en 2010 y lo coloqué en el número 1 de mis listas de lo mejor del año, tanto en álbumes como en canciones. Estuve machacando a todo el que me preguntó con «Confidencias En El Palomar, una de las canciones más bellas de de la segunda década del siglo XXI. Este «Ay…» de Nacho Umbert & La Compañía es un disco precioso al que llegué simplemente por la hoja de promoción de su compañía, Acuarela, de la que ya hablé cuando escribí sobre Migala, me gustó lo que decían y que el productor fuese Refree lo que ya era una garantía. «Ay…» está lleno de historias corrientes contadas con clase y mucho gusto, por el disco pasan marineros y putas, en el arranque con «Cien Hombres Ni Uno Más», el maltratado niño gay en «Colorete Y Quitasueño», los abuelos de la terraza del Raval en la ya mencionada «Confidencias En El Palomar», el amargo binomio del hastío de la vida en «La Verdad Es Que Me Da Igual» – «O Puede Que No», capellanes, militares….Un desfile que bien podría parecerse a los personajes de las historias que cantaba Lou Reed en sus discos, en otra clave, eso sí, porque la producción de Refree hace el disco suave y delicado, lo que encaja perfectamente en la historias de Umbert. «Ay…» Se ha convertido en una pieza básica de mi discoteca. Vuelve a sonar «Confidencias En El Palomar» y un escalofrío recorre mi espalda, parece que estoy viendo la foto desnudos de Ava Gardner y uno de los protagonistas. Ay…
Dos ancianos del viejo Raval.
Comparten banco en el palomar.
Cada tarda pujen al terrat.
Cinco años llevan sin faltar.Dos ancianos del viejo Raval.
Dos amigos con vistas al mar.
Aburridos ya de contestar.
Las preguntas de la comunidad.Tengo una cita con la vecina del 5º 1ª. Anda ya!
Monto un guateque el sábado noche, vendrán famosas. Anda ya!
Tengo un cadáver en la nevera, un día lo subo. Anda ya!
Tengo un gran yate en el club náutico, lleno de rubias. Anda ya!Tengo una foto, salgo luchando cuerpo a cuerpo con Sandokan.
Tengo tres cabras, viven atadas en la sacristía de la catedral.
Tengo pensado comprarme un palacio con mil ventanas en Ouarzazate.
Tengo dos balas, están alojadas entre la vesícula y el esternón.Tengo otra foto, salimos desnudos la bella Ava Gardner y un servidor.
Pasamos tres días bebiendo daiquiris, viviendo un romance de culebrón.
El primer disco de los
«¿Cuál fue el primer vinilo que compraste?» Esta es una pregunta muy típica entre personas a las que les gusta la música. He leído muchas entrevistas, sobre todo a artistas, en las que responden a esta pregunta. Siempre mola decir el «Astral Weeks» de Van Morrison, el «Sgt. Pepper» de The Beatles,….etc. En mi caso fue este, el segundo disco de Wham!, «Make It Big», y me acuerdo perfectamente, tenía 15 años. Podría decir cualquier cosa, pero la verdad es esta, sin complejos, me gustaban algunas de las canciones del disco. Estamos a principios de 1985 y
Venga!, una de discos bonitos.
Que el tiempo pasa, es un hecho, que hay que disfrutar de cada momento también. Esta entrada es el recuerdo de una noche, de un momento inolvidable. Siempre he defendido que la vida es un armario con un montón cajones, unos más grandes otros más pequeños, cajones que cada uno debe llenar, y lo importante es llegar al final del camino con esos cajones llenos, esa noche está guardada en uno de mis cajones. Estamos en 1989, probablemente marzo, en aquella época yo era entrenador de un equipo de baloncesto femenino, muy grande por cierto, y nos fuimos, junto con otros equipos, a jugar un torneo a Vitoria. Era tradición que todos los años se organizase durante un fin de semana un torneo entre los colegios San Viator de Madrid y el de Vitoria.. Entre los entrenadores de los otros equipos dos grandes tipos, y amigos, José Luis y Pepelu, como no podría ser de otra manera, aquella noche después de una gran cena en un taberna donde nos recomendaron no fijarnos en las fotos de las paredes, a finales de los 80 el ambiente en Euskadi era el que era, nos fuimos a recorrer la Cuesta. Empezamos en la parte de abajo y acabamos en la plaza de la Virgen Blanca, recorrimos todos los bares, nos bebimos hasta el agua de los floreros, nos hicimos fotos en un fotomatón, no paramos de reírnos ni un solo momento y volvimos a tiempo al colegio para ducharnos (lo que debió ayudar a que se pasaran los efectos del alcohol), desayunar con nuestros respectivos equipos y jugar los partidos que nos tocaban. Unos campeones.
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desde su lanzamiento el tercer disco de
Delicioso este es un disco delicioso. Empecemos por ahí, para marcar el territorio, si tenemos en cuenta los dieciséis años que separan este disco de su anterior entrega, podríamos decir aquello de «la espera ha merecido la pena», pero en mi caso tengo que decir que no tenía ni idea de su existencia hasta la edición de este «Slow Summits» de
hoy, mi modo aleatorio no es capaz de anunciar anticipadamente las malas noticias, pero he tenido que cambiar el orden para rendirle mi pequeño homenaje a uno de los reyes (¿o debería decir príncipes?) de la historia del POP, 