Que el tiempo pasa, es un hecho, que hay que disfrutar de cada momento también. Esta entrada es el recuerdo de una noche, de un momento inolvidable. Siempre he defendido que la vida es un armario con un montón cajones, unos más grandes otros más pequeños, cajones que cada uno debe llenar, y lo importante es llegar al final del camino con esos cajones llenos, esa noche está guardada en uno de mis cajones. Estamos en 1989, probablemente marzo, en aquella época yo era entrenador de un equipo de baloncesto femenino, muy grande por cierto, y nos fuimos, junto con otros equipos, a jugar un torneo a Vitoria. Era tradición que todos los años se organizase durante un fin de semana un torneo entre los colegios San Viator de Madrid y el de Vitoria.. Entre los entrenadores de los otros equipos dos grandes tipos, y amigos, José Luis y Pepelu, como no podría ser de otra manera, aquella noche después de una gran cena en un taberna donde nos recomendaron no fijarnos en las fotos de las paredes, a finales de los 80 el ambiente en Euskadi era el que era, nos fuimos a recorrer la Cuesta. Empezamos en la parte de abajo y acabamos en la plaza de la Virgen Blanca, recorrimos todos los bares, nos bebimos hasta el agua de los floreros, nos hicimos fotos en un fotomatón, no paramos de reírnos ni un solo momento y volvimos a tiempo al colegio para ducharnos (lo que debió ayudar a que se pasaran los efectos del alcohol), desayunar con nuestros respectivos equipos y jugar los partidos que nos tocaban. Unos campeones.
¿Y la música? Ah sí, a pesar de lo tenso del momento en el País vasco, lo que se notaba en los bares y las calles sobre todo por la noche, entre canciones de Kortatu y Eskorbuto, recuerdo perfectamente entrar en uno de ellos y cantar con un grupo de chicas «Mil Calles LLevan Hacia Ti» de La Guardia, ese es uno de esos momentos que se quedan congelados en el tiempo, no he vuelto mucho a este disco, no es mi tipo de música ahora, pero está guardado en el mismo cajón de mi armario junto con los recuerdos de aquella noche. Ellos mismos lo cantaban en «El Mundo Tras El Cristal», «ese disco que da vueltas sin descansar esa música que no podrás olvidar… no podrás olvidar».
Esta entrada es para José Luis, no tenías que haberte marchado tan pronto, molaría encontrarme contigo en cualquier parte y recordar esta noche contigo, pero eso no va a pasar. Una putada.
mil calles llevan hacia ti
y no sé cuál he de seguir
no tengo tiempo que perder
y ya se va el último trenquizás mostrándote una flor,
o hacer que pierdas el timón,
poner tu nombre en la pared
o amarte en cada atardecerpuedo perderme en el alcohol
y dibujar un corazón,
fingir que existe alguien más
que ahora ocupa tu lugarsi quieres hoy puedes venir,
hay una fiesta para ti
a tu ventana treparé
si no la cierras esta vezese perfume de mujer
me llevará hasta donde estés,
en una oscura habitación
o a la guarida del leónpuedo perderme en el alcohol
y dibujar un corazón,
fingir que existe alguien más
que ahora ocupa tu lugarmil calles llevan hacia ti
y sé que tengo que elegir
mil calles llevan hacia ti
di qué camino he de seguirpuedo perderme en el alcohol
y dibujar un corazón,
fingir que existe alguien más
que ahora ocupa tu lugarmil calles llevan hacia ti
y sé que tengo que elegir
mil calles llevan hacia ti
di qué camino he de seguir