El primer disco de los Violent Femmes , del mismo título, es uno de esos discos que yo llamo de calado lento, de los que cuesta asimilar su importancia. Aunque no será porque no tenga canciones para engancharte a la primera, «Blister In The Sun», su canción más conocida es de esas que se te meten en la cabeza y ya no hay manera de sacártela de allí, probad hacerlo, escucharla y pasarte los dos días siguientes canturreando aquello de «let me go on, like a blister in the sun….» es todo uno. Esto exactamente fue lo que me pasó la primera vez que la escuché en algún bar a mediados/finales de los 80, el disco es de 1983, y que me llevó a comprar el disco. No sé si existe el término punk acústico, pero le va al pelo al disco, el uso de guitarras acústicas aceleradas creo escuela, como ya conté cuando hablaba de The Woodentops, y a mi me suena a eso , a punk acústico. Canciones como «Blister In The Sun», «Add It Up» o «Kiss Off» pusieron el listón muy alto para el resto de la carrera de Violent Femmes y marcaron el camino para otros grupos, un disco ajeno a las modas, tan actual como hace treinta años.
When I’m out walking
I strut my stuff
And I’m so strung out
I’m high as a kite
I just might stop to check you outLet me go on like I
Blister in the sun
Let me go on
Big hands, I know you’re the oneBody and beats,
I stain my sheets
I don’t even know why
My girlfriend, she’s at the end,
She is starting to cryLet me go on like I
Blister in the sun
Let me go on
Big hands, I know you’re the oneWhen I’m out walking
I strut my stuff
And I’m so strung out
I’m high as a kite
I just might stop to check you outWhen I’m out walking
I strut my stuff
And I’m so strung out
I’m high as a kite
I just might stop to check you outBody and beats,
I stain my sheets
I don’t even know why
My girlfriend, she’s at the end,
She is starting to cryWhen I’m out walking
I strut my stuff
And I’m so strung out
I’m high as a kite
I just might stop to check you out
«¿Cuál fue el primer vinilo que compraste?» Esta es una pregunta muy típica entre personas a las que les gusta la música. He leído muchas entrevistas, sobre todo a artistas, en las que responden a esta pregunta. Siempre mola decir el «Astral Weeks» de Van Morrison, el «Sgt. Pepper» de The Beatles,….etc. En mi caso fue este, el segundo disco de Wham!, «Make It Big», y me acuerdo perfectamente, tenía 15 años. Podría decir cualquier cosa, pero la verdad es esta, sin complejos, me gustaban algunas de las canciones del disco. Estamos a principios de 1985 y
Venga!, una de discos bonitos.
Que el tiempo pasa, es un hecho, que hay que disfrutar de cada momento también. Esta entrada es el recuerdo de una noche, de un momento inolvidable. Siempre he defendido que la vida es un armario con un montón cajones, unos más grandes otros más pequeños, cajones que cada uno debe llenar, y lo importante es llegar al final del camino con esos cajones llenos, esa noche está guardada en uno de mis cajones. Estamos en 1989, probablemente marzo, en aquella época yo era entrenador de un equipo de baloncesto femenino, muy grande por cierto, y nos fuimos, junto con otros equipos, a jugar un torneo a Vitoria. Era tradición que todos los años se organizase durante un fin de semana un torneo entre los colegios San Viator de Madrid y el de Vitoria.. Entre los entrenadores de los otros equipos dos grandes tipos, y amigos, José Luis y Pepelu, como no podría ser de otra manera, aquella noche después de una gran cena en un taberna donde nos recomendaron no fijarnos en las fotos de las paredes, a finales de los 80 el ambiente en Euskadi era el que era, nos fuimos a recorrer la Cuesta. Empezamos en la parte de abajo y acabamos en la plaza de la Virgen Blanca, recorrimos todos los bares, nos bebimos hasta el agua de los floreros, nos hicimos fotos en un fotomatón, no paramos de reírnos ni un solo momento y volvimos a tiempo al colegio para ducharnos (lo que debió ayudar a que se pasaran los efectos del alcohol), desayunar con nuestros respectivos equipos y jugar los partidos que nos tocaban. Unos campeones.
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desde su lanzamiento el tercer disco de
Delicioso este es un disco delicioso. Empecemos por ahí, para marcar el territorio, si tenemos en cuenta los dieciséis años que separan este disco de su anterior entrega, podríamos decir aquello de «la espera ha merecido la pena», pero en mi caso tengo que decir que no tenía ni idea de su existencia hasta la edición de este «Slow Summits» de
hoy, mi modo aleatorio no es capaz de anunciar anticipadamente las malas noticias, pero he tenido que cambiar el orden para rendirle mi pequeño homenaje a uno de los reyes (¿o debería decir príncipes?) de la historia del POP, 
El disco de las coincidencias, así llamó yo al primer álbum de