Paseaba una tarde de febrero de 2005 por una tienda de discos, bueno en realidad una megatienda de origen francés (no haré publicidad), ya que en 2005 eran muy pocas las tiendas de discos que quedaban, en aquella época aún tenían la costumbre de poner un disco, normalmente una novedad, para que los clientes lo escucharan, cuando empezó a sonar “Neighborhood 1 (Tunnels)”. En aquel momento ya hacía mucho tiempo que no me pasaba que una canción me gustara así a la primera escucha. Recuerdo que me paré, terminé de escuchar la canción y me fui a ver que grupo era aquel, Arcade Fire me dijo el amable dependiente, cogí el disco que por supuesto me llevé a casa.
Arcade Fire, son un combo canadiense, en el que se da la “extraña circunstancia” de que crítica y público se ponen de acuerdo, tampoco es que sus cifras de ventas hayan sido multimillonarias, pero si que se han convertido en un grupo conocido y reconocido. Volviendo al disco, lo que me encontré aquella tarde al volver al casa, a parte de aquel “Neighborhood 1 (Tunnels)” que abría el disco y me había cautivado es un montón de enormes canciones de pop barroco, hay arreglos de cuerdas (violines, chelos, arpas…), o de art-rock, los límites no los tengo claros, pero si es cierto que hay momentos que me recuerdan a los mejores Talking Heads, quizás bastante más accesibles que ellos en sus primeros discos. Complicadísimo destacar canciones, ya he hablado de “Neighborhood 1 (Tunnels)”, pero si me tengo que quedar con otra más sería “Rebellion (Lies)”
“Funeral” está entre los mejores discos de lo que llevamos de siglo XXI, de eso no hay duda, y a Arcade Fire hay que seguirles la pista, no han fallado en ninguno de sus tres discos posteriores y en concreto el último de 2014, “Reflektor”, también es increíble.