No abundan los cantautores al uso en mi lista, salvo que me equivoque Paco Ibáñez , Joaquín Sabina y Silvio Rodríguez hasta ahora eran los únicos, y siempre ha habido motivos «sentimentales» para incluirlos. El caso de hoy no es una excepción, tengo muchísimo cariño al primer disco de Pedro Guerra, «Golosinas» (1995). Es uno de los pocos discos que me ha regalado mi chica, es muy pero que muy complicado regalarme música lo reconozco, sin que yo le dijera «me gusta este disco», me cogió totalmente de sorpresa. Logicamente me lo regaló porque a ella le encantaba, yo apenas había escuchado alguna canción en la radio, el éxito «Contamíname» que luego haría famosa Ana Belén, pero no fue esa canción la que me conectó con el disco, más bien fueron otras. Fueron «Golosinas» con su mención al Cyrano de Gerard Depardieu, «El Marido de la Peluquera» cantando a la gran película de Patrice Leconte , su «Biografía» o la historia de «Greta» y por encima de todas «Deseo», una canción preciosa que aún hoy me sigue poniendo los pelos de punta. No, no es mi estilo de música favorita, pero este disco encontró su hueco en mi vida, hacía muchísimo que no lo escuchaba, pero volver a escucharlo me ha hecho volver a recordar aquellos maravillosos días. El poder de la música.
Te seguiré hasta el final te buscaré en todas partes
bajo la luz y la sombra en los dibujos del aire
te seguiré hasta el final te pediré de rodillas
que te desnudes amor te mostraré mis heridas
y con las luces del alba antes que tú te despiertes se hará ceniza el deseo me marcharé para siempre
te seguiré hasta el final entre los musgos del bosquete pediré tantas veces que hagamos nuestra la noche
te seguiré hasta el final con el tesón del acero
te buscaré por la lluvia para mojarme en tu beso
y con las luces del alba antes que tú te despiertes se hará ceniza el deseo me marcharé para siemprey cuando todo se acabe y se hagan polvo las hadas no habré sabido por qué me he vuelto loco por nada
te seguiré hasta el final por la escalera del viento para rogarte por Dios que me hagas sitio en tus besos
y con las luces del alba antes que tú te despiertes se hará ceniza el deseo me marcharé para siempre
y cuando todo se acabe y se hagan polvo las hadas no habré sabido por qué me he vuelto loco por nada
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