A La Lima Y Al Limón – Concha Piquer

20110924-111644.jpgEl otoño ha llegado pero para mi cuando acaba Agosto es como si empezase el invierno, es raro, aunque haga calor y siga brillando el sol, mi cuerpo ya tiene puesto el modo frío a «ON». Y tengo por costumbre buscar, y a ser posible encontrar, un disco que me caliente el alma para que así al menos la entrada del otoño sea menos dura. Este año siguiendo la prescripción de RockDeLux, una vez más, ese disco es «La Habana Era Una Fiesta» de Munster Records impresionante recopilatorio con músicos cubanos tocando cancionero español de lo 40’s y los 50’s y también los interpretes españoles en versiones en directo desde las salas de fiestas que poblaban La Habana. Una delicia para oídos inquietos. Entre esas joyas, para mi, sobresale una «A La Lima Y Al Limón» de la gran Concha Piquer. ¿Por qué? Sencillo, me ha traído un recuerdo de infancia que me prevendrá de la lluvia y el frío que traerá tarde o temprano este otoño; Ana, mi madre, cantando con todo entusiasmo en la cocina, de nuestra casa aquello de
«A la Lima y al Limón, tu no tienes quien te quiera….» mientras en el fuego hervían aquellas deliciosas albóndigas que nadie más ha conseguido hacer. Imborrable.
Ojalá, cuando yo ya no esté, mis hijos recuerden a su padre por algo parecido y también les caliente el corazón. Las canción será otra , «Nadadora«, «Que puedo hacer«, «Walls Come Tumbling Down«, «Spanish Bombs» o cualquiera de las que me han oído tararear eso seguro, espero que el sentimiento sea el mismo.

A La Lima Y Al Limón – Concha Piquer

La vecinita de enfrente no, no,
no tiene los ojos grandes.
Ni tiene el talle de espiga, no, no,
ni son su labios de sangre.
Nadie se acerca a su reja,
nadie llama en sus cristales.
Que sólo el vieno de noche
es quien le ronda la calle.
Y los niños cantan a la rueda, rueda.
Esta triste copla que el viento le lleva.
A la Lima y al Limón,
tu no tienes quien te quiera.
A la Lima y al Limón,
te vas a quedar soltera.
Que penita y que dolor.
Que penita y que dolor,
la vecinita de enfrente soltera se quedó.
Solterita se quedó.
A la Lima y al Limón.
La vecinita de enfrente no, no,
nunca pierde la esperanza.
Y espera de noche y día, si, si,
a quel amor que no pasa.
Se han casado sus amigas,
se han casado sus hermanas.
Y ella compuesta y sin novio
se ha quedado en la ventana.
Y los niños cantan a la rueda, rueda.
El mismo estribillo que el viento le lleva.
A la Lima y al Limón,
tu no tienes quien te quiera.
A la Lima y al Limón,
te vas a quedar soltera.
Que penita y que dolor.
Que penita y que dolor,
la vecinita de enfrente soltera se quedó.
Solterita se quedó.
A la Lima y al Limón.
La vecinita de enfrente si, si,
a los treinta se ha casado,
con un señor de cincuenta, si, si,
que dicen que es magistrado.
Lo luce por los paseos,
lo luce por los teatros.
Y va siempre por la calle
cogidita de su brazo.
Y con ironía siempre tararea,
el mismo estribillo de la rueda, rueda.
A la Lima y al Limón,
que ya tengo quien me quiera
A la Lima y al Limón,
que no me quedé soltera.
Ya mi pena se acabó.
Ya mi pena se acabó,
que un hombre llamó a mi puerta y le dí mi corazón,
y conmigo se casó.
A la Lima y al Limón.

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