Hay entradas que son más sencillas que otras, eso es así, no por que los discos sean mejores o peores, no, simplemente por la inmediatez de los recuerdos que provocan los discos. Esta entrada es sencilla, porque este disco me trae buenos recuerdos, es ver la portada y una sonrisa se dibuja en mi cara, y es que estamos ante un disco divertido, un disco que me ha alegrado algunos días, hace 28 años cuando salió y la semana pasada cuando por primera vez asistí a un concierto de Un Pingüino en mi Ascensor y volví a escucharlo después de algunos años, aunque lo que nunca se ha ido de mi cabeza son todas las canciones del disco, “Espiando a mi Vecina”, “Juegas con mi Corazón”, “Teenager Norteamericano”,….
Y es que más de una mañana en la ducha, y sin saber porqué he acabado cantando aquello de “No sé lo que me pasa últimamente …” ¿a que tu también? ¿eh? ¿No es eso el POP? ¿que más les podemos pedir a Jose Luis Moro y a Mario Gil?
Ya me habían contado que los conciertos del «pingüino» eran toda una experiencia (Gracias Nacho, Copón!!) y hace bien poco lo confirme, dos tipos con más tablas que la Piquer y con mucha, pero que mucha chispa. Eso y una habilidad tremenda con las letras para hacerte sonreír no, descojonarte vivo.
He cobrado el sueldo del último mes,
La paga extraordinaria, la «primi» de tres,
Empeñé los candelabros, vendí el pequinés,
Y ya tengo por fin en casa el telescopio japonés.
Es el último modelo
Ideal para mi nueva perversión,
La causa de mi desvelo,
Mi vicio inconfesable,
La conducta más reprobable.
No sé lo que me pasa últimamente
No dejo de espiar a mi vecina de enfrente
BONUS 1 Aquí mi menda junto al artista
BONUS 2 Otra muestra de su ingenio. Sobre Spotify y Ramoncín
BONUS 3 La Historia Interminable = Un Disco del Fary. Beat It = Pitis. Voyage, Voyage = Foei Gras, Foei Gras. Y así. Brillantes, sin más.