Mi conexión con Scott Walker, vino a través de uno de mis grupos favoritos The Divine Comedy, como ya conté por aquí. Para Neil Hannon, el líder de The Divine Comedy Scott Walker era su mayor influencia y eso me bastó para interesarme en su obra. Cuando empecé a escucharle, en concreto su primera obra en solitario, me quedé prendado de este disco. La voz de barítono de Scott, los arreglos orquestales de las canciones, y un gusto enorme para elegirlas, hacen del álbum una preciosidad. Las canciones son mezcla de obra propia y versiones de temas de la época, entre las versiones tres del gran maestro de la canción francesa Jacques Brel, uno de los ídolos de Scott. Yo me quedo con dos de esas versiones como mis favoritas, “Mathilde” y “Amsterdam”, pero este “Scott” es un gran disco y para mí la piedra angular del pop orquestado.
My heart, my heart, stop beating so
Just make as if you didn’t know
That Mathilde’s come back to me
My heart, I don’t want you to say
She’s lovelier than when she went away
Mathilde, whols come back to me
My heart, stop being overjoyed
Remember you were once destroyed
By Mathilde, who’s come back to me
Fellas, please don’t go away
Tell me that I mustn’t stay
Mathilde’s coming back today
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