El Último De La Fila – “Los Ángeles No Tienen Hélices”

El Último De La Fila – “Los Ángeles No Tienen Hélices”

Hoy leía “Mil Violines“, el más que interesante libro de Kiko Amat sobre sus canciones y discos amados u odiados. Todos tenemos canciones, discos o artistas de los que nos cuesta confesar que forman parte de nuestra lista de favoritos, muchas veces por pura pose, otras tantas porque después de “descubrirlos” se convierten en fenómenos de masas y no soportas que todo el mundo comparta tus gustos, a Kiko Amat le pasó con R.E.M., a mí ,entre otros, con The Housemartins .
El caso de El Último De La Fila es de estos últimos, desde sus orígenes como Los Rápidos y luego como Los Burros, ya con Manolo Garcia y Quimi Portet, estaban destinados a a ser un grupo para las masas y lo consiguieron; pero ahora reivindicarlos suena rarete (a mi al menos), como si escuchar a Beach House fuera incompatible con ellos. ¿lo es?

Antes de que empezaran a llenar plazas de toros y estadios de fútbol publicaron una de las obras maestras de la música española, un disco increíble, lo mires por donde lo mires, “Enemigos De Lo Ajeno“, repleto de canciones enormes, “Insurrección“, “Aviones Plateados“, “Soy Un Accidente“, “No Me Acostumbro” (flipante la versión que hizo Joe Crepúsculo hace unos años), “Zorro Veloz“, “Lejos De Las Leyes De Los Hombres“…. y por supuesto “Los Ángeles No Tienen Hélices“.

Yo estuve en algunos de los conciertos de El Último (algunos los olvidé, otros no podré olvidarlos nunca), yo cantaba sus canciones , yo sufrí y vibré con ellas, y después las arrinconé. Hoy han vuelto, no suenan igual que hace más de 25 años, o sí, no lo sé, pero siguen siendo increíbles, no dejaron de serlo nunca. No me avergüenzo.

Como garfios de plata se clavan tus dedos en mi cuerpo,
y tu risa se gasta entre mis besos encendidos.
Olor de algo que no existe,
de amor, que tal vez no existió jamas.
Quiero atarme a este momento,
que pasó que ya no estás.
Quiero quedarme clavado en tu mirada.
Fulminado por ese algo que desprendes.
Como fauces de loba se clavan tus dientes en mi cuerpo
y tu risa se gasta entre mis labios encendidos de pasión.
Aferrarme a tu cuerpo desesperadamente
a ese momento que pasó que ya no estás.
Entre las sombras de esta cama,
besándome despacio,
eres la fiera que apenas conozco.
Quiero morirme en este momento,
quiero quedarme clavado a tus besos.
Quiero morirme en este momento,
quiero quedarme clavado a tu cuerpo.
El nuestro no es un amor perfecto,
pero tampoco los ángeles tienen hélices.
A veces te busco y solo quiero sexo,
sólo quiero tu cuerpo.
Y tu me dices que no somos felices.
Eres lo que busco siempre que te alejas
dejándome vacío a tus espaldas.
En esta vieja cama
de habitación de hotel barato.
Temblando, como un perro viejo…

PS. Mientras escribo esta entrada mi prima me cuenta que gracias a El Último De La Fila lleva 26 años con su chico. Mati/Carlos que no deje de sonar El Último nunca.